domingo, septiembre 16, 2012

Del Limbo > Agamben


Del Limbo
Giorgio Agamben
La comunidad que viene
Traducción de
José L. Vi/lacañas y Claudio La Rocca
PRE-TEXTOS


¿De dónde proceden las singularidades cualsean?; ¿cuál es su reino? Las cuestiones de Tomás de Aquino sobre el limbo contienen los elementos para una respuesta. Según el teólogo, de hecho, la pena de los nifios no bautizados, muertos sin otra culpa que el pecado original, no puede ser una pena de aflicción, como la del infierno, sino sólo una pena privativa, que consiste en su perpetua carencia de la contemplación de Dios. Pero los habitantes del limbo, a diferencia de los condenados, no experimentan dolor por esta carencia: puesto que sólo tienen conocimiento natural, y no el supranatural que viene implantado en nosotros por el bautismo, no tienen conciencia de estar privados del sumo bien, o, si lo saben (como admite una opinión diferente) no pueden lamentarse más de lo que un hombre razonable se condolería por no poder volar. Si experimentasen dolor, desde luego, y puesto que sufrirían por una culpa de la que no pueden enmendarse, su dolor acabaría por llevarles a la desesperación, como sucede con los condenados. Todo esto no sería justo. Más aún, sus cuerpos, como los propios de los bienaventurados, son impasibles sólo en aquello relativo a la acción de la justicia divina; en todo lo demás gozan plenamente de sus perfecciones naturales.
La pena más grande -la carencia de la visión de Dios- se vuelca así en alegría natural: definitivamente perdidos, hábitan sin dolor en el abandono divino. No es que Dios los haya olvidado, sino que ellos lo han olvidado a Él desde siempre, y el descuido divino resulta impotente contra su olvido.
Como cartas que han quedado sin destinatarios, estos resucitados han quedado sin destino. Ni bienaventurados como los elegidos, ni desesperados como los condenados, están llenos de una alegría para siempre sin destinación.
Esta naturaleza límbica es el secreto del mundo de Walser. Sus creaturas están irreparablemente extraviadas, pero en una región situada más allá de la perdición y de la salvación: su nulidad, de la que están orgullosos, es ante todo neutralidad respecto a la salvación, la objeción más radical que jamás se levantó contra la idea misma de la redención. Propiamente insalvable es, desde luego, la vida en la que no se ve nada que salvar y contra ella naufraga la poderosa máquina teológica de la «oeconomia» cristiana. De ahí la curiosa mezcla de pillería y de humildad, de inconsciencia de toon y de escrupulosa acribia que caracteriza a los personajes de Walser; de aquí procede su ambigüedad, por la cual toda relación con ellos parece siempre condenada a terminar en la cama: no se trata ni de Hybris pagana ni de timidez de las creaturas', sino sencillamente de una impasibilidad límbica frente a la justicia divina.
Como el condenado liberado en la colonia penal de Kafka, que ha sobrevivido a la destrucción de la máquina que debía ajusticiado, ellos han dejado atrás el mundo de la culpa y de la justicia: la luz que se derrama sobre sus frentes es aquella -irreparable- del alba que sigue al día más nuevo del juicio. Pero la vida que comienza en la tierra tras el último día es sencillamente la vida humana.


pág 10 y 11. fin de capítulo.

dr. elephant

viernes, septiembre 14, 2012

Voces para Lilith - Vanesa Guerra


A propósito de Voces para Lilith

(Literatura contemporánea de temática lésbica en sudamérica. Estruendomudo, Perú 2011)
 Vanesa Guerra
Recibí la invitación para participar en Voces para Lilith en un tiempo que no voy olvidar porque fue tiempo y antesala de la ley de Igualdad [1] que a los poco días estallaba alegre en múltiples voces y restituía un orden que en algún momento de la vida de cada quien se evidenció como un derecho que no se tenía, o aún como una mutilación impensada; entonces esa ley y ese tiempo venían a restituir un orden natural, o dicho de otro modo venían a restituir la ley del deseo y el deseo por la ley.

Pienso que el verbo restituir cobra toda su fuerza cuando no refiere a lo perdido, sino al gesto de darle existencia legítima a lo que ya existía y nos orbitaba como engendrando un falso al tiempo que verdadero fuera de nosotras y de nosotros.

Ese buen encuentro, como aquella puerta que se abre cuando alguien sencillamente pasa, es una forma de la felicidad.
Pero esa clase de encuentro no se planea; si bien es cierto que el deseo es su motor, el encuentro siempre es un salto que se da justo antes de que el puente se construya.
El salto se da sobre el abismo y será la magia que existe y atesora el gesto lo que permitirá arribar a la otra orilla.
Pero el encuentro no es llegar al otro lado, el encuentro no es con el otro lado, el encuentro no es arribar a la otra orilla,
el encuentro es la felicidad instantánea que ocurre entre el salto y el puente.
 Porque el salto crea el puente.

Y así pasa con los libros, pues donde hay abismo habrá libro.
Voces para Lilith, salta en el corazón de la frase de Judith Butler, en ese epígrafe que Claudia Salazar elige y toma para abrir esta antología;
dice así:
El lesbianismo no está prohibido explícitamente, en parte,  porque aún no ha entrado en lo pensable, lo imaginable, ese marco de inteligibilidad cultural que regula lo real y lo nombrable.
¿Cómo, (Se pregunta Butler) cómo,  entonces, ‘ser’ lesbiana en un contexto político en el cual la lesbiana no existe?”
Parafraseando el ombligo de la idea que es umbral a cruzar con este libro y en este libro, se admite esta pregunta: ¿cómo ser donde no se existe?

Allí, entonces, responden estas Voces para Lilith,  y también  para Z o para Equis, o para @rrobas, o para Trans o para Adanes. Tantísimas voces, diversas, que estallan imaginarios donde la diferencia es reina y desborda y excede y rebasa el nombre impuesto y no siempre amado por el que aun se trabaja.
En esa zona sin tiempo ni espacio donde no se existe y sin embargo se es, se produce una presencia intensa, algo que no queda ni afuera ni adentro de la escena, y que de manera repetida e insistente como todo aquello que no se inscribe o no se representa,  busca una y otra vez dar con la voz, y aun con la palabra.
Algún día la palabra volverá al polvo, y eso será bueno; pero primero debe terminar de nacer.

Por eso creo que esta Antología tiene que agotarse muchas veces, y tiene que re-editarse muchas otras; ese será su venturoso y amable destino; porque este libro es salto y es puente;
Habrá quienes lo reciban como un compañero de ruta,
y habrá quienes lo reciban como la posibilidad de abrir una puerta que está cerrada, y que está cerrada porque aún no es puerta, pues nadie ha llamado a ella, todavía.
Porque el secreto de las puertas es que comienzan a existir cuando alguien llama.

Y cuando la puerta llama, llama:
después cada quién, verá qué hace.
Bueno. Hasta aquí.
Gracias a Claudia y a Melissa por esta linda y linda invitación

17 de Agosto de 2012


[1] . Me refiero a la ley de matrimonio igualitario; sancionada el Julio 15 de 2010 y  promulgada el Julio 21 de 2010 en buenos aires, argentina.

Texto leído en el CCEBA el 17 de Agotso de 2012, Presentación de Voces para Lilith en Buenos Aires
dr. elephant